lunes, 14 de agosto de 2023

No esperemos la playa para liberarnos de lo que nos sobra...





Acabo de leer en la red esa  que nos bombardea a fotos y textos y vídeos y consejos y recetas y ... (creo que si pongo un signo de infinito  me ahorraría  seguir nombrando) una noticia  que parece que ha sido bastante comentada.  Yo también me meto ahí, sino no estaría escribiendo esto... Y me enteré a través del post de Roy Galán (que me suelen gustar mucho los pensamientos que Roy transmite a través de la palabra escrita) que la cantante de Amaral ayer en el festival de Sonorama se quitó la parte de arriba de su vestuario, dejando libres sus pechos, antes de cantar la canción Revolución.  

Y Sí! Me quito el sombrero ante esta mujer que hace carne, piel, (o más bien la muestra), algo que es que ya tendría que dejar de ser un acto revolucionario para convertirse en parte de nuestro cotidiano.

Casualmente hoy cogí mi bicicleta, hice bastantes kilometros al sol, llegué a un parque público y me di cuenta que tenía mucho calor, pero mucho. Mi reacción primaria, desde esa animal que habita en mí, fue quitarme la camiseta porque es lo que hacen todos los hombres cuando tienen calor en cualquier lugar de la tierra, o por lo menos de las tierras que yo conozco. Y entonces el pensamiento que presidió a la reacción primaria fue: "pero puedo hacerlo? está permitido? cómo me mirarán los padres o madres o abuelas o quien sea cuando me vean con los pechos libres?".  Esos pensamientos que te encarcelan, porque en realidad el cuerpo está pidiendo aire y frescor ante tanto calor y creo que no es nada insultante que muestre mis pechos en pleno Madrid.  

Entonces, mi reacción primaria, a la cual enaltezco en muchas ocasiones me hizo quitarme la camiseta y también el short que llevaba y me puse a descansar y a tomar mi plátano. Al hacer esto sentí calma, muchísima, sentí una vez más la coherencia en mí.  Permitimos desde siempre la desnudez de los pechos  de los hombres en cualquier lugar en el que haga calor, estando al aire libre, en los conciertos, incluso la vitoreamos, la aplaudimos, la aullamos...Qué Valor! Ellos quitándose las camisetas en señal de alegría, de pasión, de éxtasis, de libertad, pero nosotras no.... que el "libro de las santas escrituras del comportamiento humano" dicta que las mujeres tapamos nuestros pechos y así sea...en el nombre del padre...del hijo.... y del ... qué era?

Y así, tal como el cuerpo me lo pidió estuve un largo rato haciendo topless en un parque.  Revolución? No, normalidad, mi normalidad, mi coherencia. Me levanté, me estiré, saludé al Sol, me puse mi camiseta y me volví. Podía ir también en la bici sin camiseta? Si, probablemente si, pero el airecito en las bajadas es fuerte y el cuerpo ahí si que pide un poco de resguardo... 

Esperamos el verano, y la playa nudista, para hacer caso a lo que el cuerpo nos pide ya desde primavera muchas veces... Encima te tienes que ir a una playa nudista para hacer algo tan ¿revolucionario?,  en vez de  hacer caso a lo que te manda la piel... Pues si, y somos los "guays" que nos metemos en pelotas al mar, pero aquí en la ciudad cumplamos las reglas tan bien aprendidas.... no vaya a ser cosa que te tilden de "oveja negra" y se te escapen los privilegios de estar en el rebaño...

Amaral! Te aplaudo! y ojalá muchas mujeres puedan mostrar sus momentos de tanta pasión arriba de un escenario quitandose lo que nos molesta y sin molestar a nadie. Es una sensación de libertar increíble.  Creo que el siguiente paso es que ya vayamos en días de calor por Madrid  Río con los pechos al aire así como ellos lo hacen con tanta normalidad.  Paso  a paso.