miércoles, 22 de agosto de 2018

Cuando el cachorro está lejos... en las mejores manos que puede estar...





La mente nos hace meternos en laberintos que no te permiten encontrar la salida apropiada para dejarlo atrás con calma y paz.   Uno piensa miles de veces ante la separación cómo será ese mes de verano...esos 30 días interminables en los que parece que no llegará nunca el fin con el abrazo de tu hij@ al volver...  Aparecen los miedos...las posibles nostalgias...los replanteos de si esto es lo que realmente queremos... Sabemos de antemano que ya no habrá fotos bonitas de una familia que  sonríe mientras el niño o la niña juega a la par de su madre o de su padre mientras el otro o la otra hace la foto...  Ya no habrá postales de esas que se llenan de corazones familiares que inundan las pantallas de las redes y que enternecen hasta al soltero o la soltera que está convencid@ que no vino para ser padre o madre... Todo ese álbum familiar se ve interrumpido y la sensación de vacío puede ser aún mas fuerte que durante el año...en el que uno corre de aquí para allá, con colegios, extraescolares, médicos, horarios... Todo esto desaparece y ahí está uno otra vez solit@ consigo mismo para ver qué sucede...

Julio había sido el mes intenso por excelencia...al menos eso creía yo... Argentina, después de 10 años, mi cachorro visitando las calles que tan feliz me hacían en mi juventud...( en mi juventud anterior a esta juventud porque debo reconocer que cada día siento la juventud en mi ser ), reencuentros con familiares que adoro y amo, reencuentros con amig@s de hace décadas que cuando llenamos las mesas de los bares lo único que suenan son risas y más risas de complicidad y cariño, reencuentros con amig@s del alma que siempre, pase lo que pase serán los elegid@s entre tant@s otr@s... reencuentros con mis raíces, mis recuerdos, mis nostalgias, mis paisajes de familia bonita toda unida hasta que el destino hizo que no... Muchos recuerdos vividos desde un lugar de mucha calma y sosiego... sin grandes emociones de esas que dicen llamarse positivas ...ni de las que están en la vereda de en frente... Tranquilidad, calma en los pasos que dábamos Asier y yo compartiendo las 24 hs del día porteño o santiagueño...

Llegaba agosto... y el cachorro ya no estaría a mi lado por la módica cifra de 30 días... Las polaridades que nos da la vida...Así es... y ahí estamos nosotros para ver cómo nos equilibramos ante tanto "desajuste"....

El miedo es sólo eso...miedo...una sensación.  Está en nosotros , y claro que sí en todas las herramientas que tengamos para hacerle frente para elegir "darle la mano" y  que nos acompañe hasta donde tenga que acompañarnos...    Y ahí me encontraba yo un 1ero de agosto , una vez más mirando al abismo y viendo si me lanzaba...si confiaba... Y claro que sí! Hace tiempo que confío y la vida no para de darme momentos llenos de goce cuando yo me lanzo...

Vacaciones sin el cachorro... las primeras de estos 7 años de su joven vida, y él por supuesto en las mejores manos, abrazos, mimos, besos, cuidados , atención , paciencia, escucha (seguro que me olvido de alguna...) que podía estar.    Si el cachorro está contento, feliz y muy bien atendido mamá también está feliz y contenta...

Así está siendo este agosto mientras ellos me envían fotos bonitas de una familia feliz, porque él y el cachorro son una familia bonita, y el cachorro y yo también somos una familia bonita... y probablemente en un plano que ni siquiera nosotros entendemos él , el cachorro y yo somos una familia bonita... Quizás sólo haya que cambiar el ángulo con que se mira la postal...y haya dos postales que se unan...

Mi calma ha sido tal durante estos días que pude pasear como hacía años no lo hacía... Viaje en mi coche , metí gente desconocida en él que me hizo saltar las lágrimas de risa y también me emocionó con las historias que me contaban, hubo franceses, egipcios, rusos, colombianos, españoles...un cóctel de personitas que se mueven por la vida para encontrar buenas experiencias.  Tomé mate con mi amigo del alma... Leí en la playa sola... Me fui de fiesta y bailé en las calles hasta que pude...Visité una de las mejores obras del hombre que jamás había visto...Practique...Respire...Practique...y Disfrute cada cosa que hacía... Y todo porque sabía que el cachorro estaba en las mejores manos que puede estar...

Ay la mente... cuantas jugarretas nos presenta...y tan sólo con estar más  en el cuerpo...¡ que calma y paz que encuentra uno!

miércoles, 20 de junio de 2018

Volver... con la frente... con la mente florida...



El tango reza ..."20 años no es nada..."  pero para mí 10 años es mucho.  Han pasado casi exactamente 10 años que mi cuerpo no serpentea, se desliza, camina, baila y siente por las callecitas de Buenos Aires...que tienen un no se qué...  10 años, número redondo, número que alza las alarmas, número que hace que mis reservas de argentinidad se estén agotando...y con esos bailes extraños que da la  vida el día de la mujer con un mundo ideal que se me desvanecía de las manos, con grandes columnas de mujeres marchando por las calles de Madrid, con las emociones de flor de piel ... me veo comprando mi billete y el de mi hijo para VOLVER! Pero con la mente florida...  

Hace años, cuando me embriagaba de autores oscuros y escépticos, escuchaba a un cantante de mi tierra que rezaba... "Si ya estás en la azotea salta!" . En esos momentos esa imagen sólo me llevaba a la desilusión, a pensar que todo estaba perdido, que quizás pocas cosas valían la pena.  Fíjate cómo son las cosas, y con la plena convicción que cada uno interpreta TODO de una manera muy personal y según muchos factores como el momento que te rodea, las circunstancias, la cultura, la educación, esa frase había girado completamente su sentido y me encontraba una vez más "Saltando al vacío" y con la confianza que muchas redes de diferente tipo me iban a sostener.  Y ahí estaba yo comprando un billete sin siquiera saber cómo lo iba a hacer... 

Me movió mi deseo, mis ganas, mis ansias de volver, justamente en este momento que tanto lo necesitaba. Volver, a caminar por Buenos Aires, Volver a sentir todo lo que esa ciudad me dió y también me quitó, Volver con mi niño de la mano a mostrarle los rincones que acompañaron mi primer cuarto de siglo de aquel lado del océano, Volver a abrazar a familiares que aunque nos vamos distanciando con el tiempo están ahí cuando uno levanta la mano,  Volver a mirar al cielo y ver las estrellas del sur, Volver a la tierra de mi madre y abrazar hasta el infinito a mi Tio, Volver a cantar chacareras como lo hacían mi madre y mi tía en cada uno de sus encuentros, Volver a pisar algunos teatros que acompañaron toda mi adolescencia y mi primera juventud, muchos Volver, y Volver para trabajar en mi tierra de lo que tanto disfruto haciendo aquí en España que es ponerse frente a los grupos y dar mi humilde y pequeña cuota de bienestar a las personas.

10 años es mucho, 10 años de transformación, 10 años...  A volar hoy con la pequeña criatura que creo que será un gran compañero de viaje.  Agradecida a tod@s los que me motivaron a seguir adelante en esta travesía, a mis hermanas Caro y Ana,  a mi hermano del alma, a mi padre y a mi gran compañero al que sigo queriendo con todo mi ser.  Y gracias a mi valentía!  10 años... se ha acabado la espera.  Ahora a disfrutar!!

jueves, 14 de junio de 2018

Lo que me has hecho reír...






Hubo un día que apoyé mis piernas sobre la falda de un hombre y allí quedaron durante años, sostenidas en cada parte de su cuerpo.  Parecía que las piernas que me acompañaban iban perdiendo las fuerzas en los primeros años de mi vida madrileña , pero allí estuvo el gran hombre sosteniéndolas.  Un día no fueron sólo las piernas, se habían contagiado también los brazos, y el pecho, y la cabeza , y un codo y el otro también,  y los pulgares, y cada parte de mi ser.  Era como si el tiempo me había marcado un gran STOP y allí estaba yo con la gran tendencia a quedarme sujeta sobre el cuerpo del hombre.  Ahora que escribo esto y me visualizo con mis piernas "paralizadas" y el hombre de mar sosteniéndome es inevitable no verme reflejada en una sirena... tratando de nadar en una ciudad que se me presentaba enloquecida, caótica, frenética.  

Así nadamos un largo tiempo, entre tormentas, oleajes fuertes, bajasmares y pleamares.  Todo indicaba que él siempre me sostenía a mí, pero hoy en día que conozco un poco más el funcionamiento de las parejas también creo que yo lo sostenía a él.  

Los públicos que  nos presenciaban aplaudían esa fortaleza que mostrábamos como pareja, como dos seres que se habían amalgamado, con sus contrariedades, sus diferencias pero con la plena conciencia de que este mar lo queríamos atravesar juntos. 

Llegó el pequeño ser a nuestra vida y era la confirmación plena de ese amor, de colores diversos, a veces tirando a naranja, otros a verde, otros a amarillento para volver a esta rojo , rojo vida,  El pequeño ser nos traería el COMIENZO, ASIER.   Y así fue, la criaturita calmaba todas las contrariedades que encontrábamos en el camino, el nos hacía permanecer unidos, ya mis piernas no se apoyaban en el cuerpo del hombre, poco a poco habían comenzado a coger fuerza. Luego los brazos, también la cabeza, los dedos, las uñas, el pelo, hasta que un día me di cuenta que podía sostenerme sola, y eso también era gracias a que un largo período él me había sostenido. 
Todo cambió, yo ya no era la sirena en la ciudad frenética y enloquecida, y sentí lo bien que respondían mis piernas al andar por el nuevo camino que había elegido.

El gran hombre me dió TODO, y era hora que ese TODO también lo consiguiera por mi cuenta.  Sé que estaba preparada para ello, tan sólo se trataba de confiar y lanzarme a la nueva aventura que la vida me iba a traer.

Hoy mientras escuchaba las bellas cosas que nos decían dos profes sobre nuestro hijo me sentí UNA VEZ MAS agradecida hasta el infinito de haberte cruzado un día de febrero mientras cantabas carnaval y reíamos a más no poder.  Eres el gran hombre que a mi me ha hecho esta gran mujer y gran madre y no tengo más que palabras de agradecimiento.  Estos días recuerdo tanto lo que nos hemos reído, las cantidad de veces que como si de un mago se tratara transformabas mis lágrimas en sonrisas, de lo feliz que soy viéndote reír junto al pequeño ser.  

Gran hombre que has sostenido, ahora viaja más ligero sin la "cola de una sirena" que han cobrado formas de piernas...piernas que andan...piernas que practican...piernas que vuelan...y piernas que me sostienen.   

GRACIAS ... siempre GRACIAS




lunes, 7 de mayo de 2018

Día de la madre imperfecto. Las madres que habitan en mí






Basta con qué no quieras recordar tanto a tu madre para que  los astros te la pongan ahí en cada paso de este fin de semana, donde los mensajes llenos de corazones y besos inundaban las miles de redes a las que pertenecemos.

Madre, allá  a lo lejos...unos cuántos kms. y hace tiempo... me dabas la vida.  Da la casualidad que a la tierra que me vine a vivir estos años, unos 17 ya, mi cumpleaños y el día de la madre están muy cerquita, como para que no pasen desapercibido los mayos que viva en este lado del mundo. La madre que tuve y la madre que soy.

Ayer, te vi en un ataúd construido con cojines y  me reí de la muerte, me reí de la enfermedad, me reí de la soledad, me reí de estos casi 20 años que llevo sin verte, y abracé las raíces que tan bien supiste construir, tanto a mi como a mis hermanos, abracé a una compañera que me acunó y me sonrío como lo hacías tú cuando dormíamos las siestas porteñas juntas, abracé la seguridad que construías en mi niña cuando tú bien sabías que no me dedicabas todo el tiempo que yo necesitaba, te abracé y me reí , me reí y abracé.  Y así alcancé a mi hijo, que él ya va sabiendo que su madre ríe y llora casi sin pestañear.  Su abrazo fue la frutilla del postre de este día de la madre en que la mascarita roja me dió vida, paz, calma en estos momentos tan llenos de turbulencias.

Los mensajes de días espléndidos se seguían sucediendo, y también envié mensajes a personas que durante años permanecieron...permanecen y permanecerán seguramente en mi corazón, madres que me acompañaron y me acompañan en mi andar.  Algunos con respuestas preciosas, algunos con respuestas escuetas, algunas con respuestas tan silenciosas que parecían  el aire de un desierto.

Y ahí iban mis emociones, danzando entre madres que pasaron por mi vida, entre la madre que soy, entre las heridas que dejan penetrar la luz.  Un dia de la madre imperfecto pero con la alegría de que yo estaba en el lugar que quería estar, y con la personita que quería estar. No grandes mesas, no grandes regalos, no grandes mensajes, sólo las madres que habitan en mí y mi cachorro.