jueves, 23 de enero de 2020

Acerca de ..."La Vida a Escena" (Teatro Terapéutico)






Este blog tiene su inicio allí por el año 2015, y da sus primeros pasos describiendo cómo había actuado en mí la "Medicina" del teatro en mis años de adolescencia.  Si sientes curiosidad puedes irte al inicio de este blog y ver un poquito de qué estoy hablando.

Hoy establezco un puente entre aquel 2015 y este 2020 que se inicia ya que en estos momentos me encuentro impartiendo dos talleres de teatro a los que denominé:  "La Vida a Escena".  ¿Por qué "La Vida a Escena"?  Os cuento un secretillo a los poquitos que cada tanto navegáis por estas entradas...  

Corría el año 1900 y pico... ya casi al final del siglo, mi  vida en Buenos Aires  estaba teniendo un giro inesperado, esos  momentos en que algo sucede y recibes una "gran bofetada", que te dejan con la boca abierta y los ojos aún más grandes de los que los tengo, la piel erizada, la sangre casi paralizada, el corazón más quieto de lo normal y mucho miedo.  A mi madre le habían diagnosticado un cáncer bastante severo, l@s que me conocéis y sabéis un poco de mí ya tienen el final de este capítulo de mi Vida.  Por esos años en que yo  daba mis primeros pasos de adulta, en una ciudad que poco tiempo y espacio te da para detenerte a habitar la tristeza, busqué el refugio ansiado en el Teatro.  Quise entrar a una de las mejores escuelas de Buenos Aires, y había un filtro que pasar.  Tenía que convencer al maestro Fernando Piernas (que luego comenzó a dar clases aquí en Madrid)  de que yo daría todo por estar en esa escuela.  Por ese entonces no tenía ningún monólogo preparado, ni estudiado, mi cabeza y mis pensamientos divagaban entre efectos de quimioterapias, años de vida, enfermedades que no se curan, etc.  ¿Qué hice?  Puse mi Vida al servicio, puse mi Vida en la escena.  Aquel día de la prueba mi inexperiencia ante estos momentos me tenían con unos nervios muy grandes, pero decidí hablar de mi experiencia, ya por esos años parece que comenzaba a saber qué era esto de hablar desde lo que uno sabe y conoce, pura intuición.   Mi monólogo giró alrededor de los momentos que viví el día que me enteré que mi madre tenía cáncer.  Describiendo la mañana, las voces de los médicos, los llantos de mi padre, el abrazo familiar, la mirada de mi madre, volviendo a los olores, los sabores, las texturas, los sonidos, ese monólogo estremeció a Fernando Piernas y días después me llamaron para decirme que estaba dentro de la escuela.   Mi alegría fue inmensa, no solo porque había entrado, sino porque a partir de mi vivencia había podido transmitir algo que para mi era importante expresar, y muchas veces no encontraba el espacio para hacerlo.  El teatro me estaba cobijando.  Mi Vida en la escena me estaba sanando un poquito esos días tan llenos de tristeza.   Fue liberador.  Fue catártico.  Con mis 18 años comenzaba a experimentar este viaje que es el teatro en cada momento de la vida. 

Hoy...muchos años después me reúno cada martes y cada jueves con dos grupos de personitas que vienen al espacio de "La Vida a  Escena" a poner sus vivencias al servicio de una historia, de una improvisación, de una pequeña pieza que se construye en el momento con los compañeros.  Personitas variopintas,  de edades diversas, de ideologías diferentes, de lugares lejanos y cercanos, con muchas ganas de contar y expresar, de encontrar un espacio en el que "ser ellas mismas".  En cada clase nunca falta alguna que diga en su frase final,  "Este es el lugar en el que puedo ser yo misma".   Vivimos en el mundo de las máscaras, y uno podría decir, ¡qué bien! ¿no? ¡Que teatral vivir en el mundo de las máscaras! El hecho es que no somos conscientes de la cantidad de máscaras que nos ponemos a lo largo de la vida para poder sobrevivir a la cantidad de malezas  que se nos presentan  en el camino. En el Teatro somos nosotros mismos, con un poder de decisión y de conciencia bastante grande, l@s que decidimos ponernos esas máscaras y jugarlas todo lo que nuestra capacidad expresiva lo permita.  

Para poder lograr unos niveles de expresión cada vez más altos es necesario habitar-nos y la mejor manera de hacerlo es a través de nuestro cuerpo, por eso en "La Vida a Escena" le damos un gran protagonismo al baile, la danza libre, el movimiento expresivo, el contacto corporal con-migo y con l@s compañer@s.  A partir de allí creamos una red de confianza hacia nosotr@s mismo@ y hacia el grupo lo cual nos va a permitir meternos cada vez más de lleno en las historias que queremos contar.  Así es como en las improvisaciones que surgen clase tras clase emergen historias de amor, de soledad, de desencuentros, de encuentros, de locura, de emigrados e inmigrantes, de muchos temas que están allí en el tintero de nuestras vivencias que esperan ser contadas.  Y lo que sucede después de haberlas puesto en escena las personitas manifiestan cierta liberación, en palabras de varios : "la sensación de quitarme mucho peso de encima", la frescura de hacer que algo que parece que sólo nos pertenecía a nosotr@s podemos mostrarlo al mundo y encima entretiene y sensibiliza.  

El Teatro como un vehículo para conocernos aún más, y poder darle una salida creativa a todo lo que nos habita: la alegría, la rabia, la tristeza, el miedo, el amor.    La Vida a Escena crece por los espacios,  y día tras día es una nueva experiencia para descubrir y JUGAR!  ¿Te atreves?  Seremos varios los que permitiremos que des el gran salto porque allí estará la red del grupo y mía para sostenerte.







jueves, 2 de enero de 2020

Transformación... Auto-transformación...Aleteando hacia lo alto...





2....0.....1.....9.....→→→→2....0.....2....0.....

No hay un fin, no hay un punto... el día 365 del calendario gregoriano no es que muera... o sí muere...pero se transforma.  "Nada se pierde...Todo se transforma..."  

Aquí estoy, en ese punto álgido de la transformación, en ese momento que la mariposa ya desplegó sus alas después de su vida de oruga, la cual le ha dado infinita sabiduría para ahora poder volar... 

2 de enero del 2020, muchos 2 en esta fecha, ¿"causalidad"? Muchos dos para un dos... 

2 de enero del 2020, renaciendo, en este Madrid lleno de luz, con un invierno medio primavera, o es que quizás ya ni los límites de las estaciones del año son precisos.

2 de enero del 2020, echando la vista atrás para ver lo aprendido, lo vivido, lo que ha muerto, lo que se transforma.   

Y casi como un acto involuntario la cabeza se me gira y allí veo desplegados como un papiro imaginario algunos de los días que se sucedieron en ese 2019 cargado de bellos y buenos momentos, y otros momentos que al no ser bellos y buenos me han enseñado mucho en este camino que es la vida.

2019  agradezco tu ser, agradezco tu estar,  la posibilidad de seguir viendo y criando a mi cachorro, de ver cómo crece feliz y sano de la mano de su papá, de su petit familia, de sus amig@s, de mí.  Observar sus dientecitos cada día en su bella sonrisa ya es un gran motivo para agradecerte 2019.  Pero no sólo eso, ya hace años soy sumamente consciente que mi vida no es sólo mi hijo, son muchas cosas más que me dan cada día mucho placer.

2019 agradezco el trabajo que me has acercado, en diferentes ámbitos y esferas, aprendiendo con cada uno de ellos, disfrutando con cada uno de ellos.  Las clases con niños, las clases con adultos, los grupos de empresas que invierten en el bienestar de sus trabajadores, asistir a artistas enormes junto a mi "manita" oyendo voces e instrumentos por doquier al rayo del sol de julio, pero con tan buenas vibraciones... 

2019  agradezco a mi tribu, ellas están ahí, observando y acompañando mi camino sin juicios, poniendo en juego la polaridad de "contacto /retirada" con mucho respeto, dialogando en los encuentros cual niñas de instituto que se lo cuentan todo porque se sabe de manera tácita que todo es respetable, que cada una tiene sus circunstancias y podemos convivir con las diferencias. 

2019 agradezco también a aquellas personas que al no poder convivir con las diferencias se fueron alejando poco a poco, si la vida así lo traía tenía su razón de ser... y está bien.  Ell@s igual permanecen en mi corazón, pero la libertad que experimento hoy en día, y que trato de cuidar con mucho esmero, a veces no es tan bien recibida por personitas que han crecido con mucha estructura.  El tiempo y la vida dirá, y está bien que nuestros vuelos sean diferentes, pero yo las alas ya no las achico más...Mis alas son cada día un poquito mas grandes. 

2019  agradezco LOS BAILES!!! Nada ha sido tan pero tan estimulante como los bailes... Cada x días poder despertar la Kundalini a través de los bailes ha sido medicina para el alma y el corazón.  Una tribu linda, muy linda que danzan y juegan porque así somos los seres humanos, necesitamos la expresión y nosotr@s la llevamos a tope en la sangre y los fluidos que corren por nuestros cuerpos. 

2019  agradezco el amor cuidado, el amor con ternura, las caricias en mi cuerpo, el despertar de ese ser dormido que habitaba en mí y que él con su bonita atención activó en mi piel. Muy agradecida por tener la posibilidad de tener entre mis piernas amantes tan respetuosos. 

2019 agradezco a un ser que me dió la posibilidad de viajar como no lo hacía hace 20 años, "yirando" por calles antiguas, con catedrales inmensas, puentes en canales diminutos, risas compartidas, lluvias de verano, charlas íntimas, que regalazo...hermoso verano del 2019...

2019 agradezco a mi familia, mi padre, mi hermano, ellos ahí siempre! Con diferentes ideologías, con diferentes formas de ver la vida, con diferentes modos (sobretodo con mi padre que con Diego si que compartimos mucho), pero eso es la familia.  Y que los tres seamos capaces y muy inteligentes emocionalmente para trascender las diferencias y estar siempre tan unidos....Ole por mi familia, los que están aquí en la tierra y los que vuelan por vaya saber qué mundos....

y 2019  agradezco una vez más haber tenido el compañero que he tenido.  Este año nos trajo momentos muy peliagudos, muy intensos, donde nuestros animales se encontraron en una lucha feroz, donde se removieron cimientos que parecía que ya estaban bastante asentados pero que la vida nos trae ese temblor para aprender aún más, siempre aprender.  Y hemos aprendido... ha sido un trabajazo muy consciente el observar qué pasaba allí, en esa lucha feroz, qué había debajo... Mi trabajo terapéutico también me permitió observar con bastante calma todo esto, y pudimos trascender todo ese meollo.  De mi parte con mucha conciencia y amor, porque hay amor, en mí sí que lo hay. De su parte mucha madurez...lo que hay dentro yo lo desconozco, pero con su madurez me basta.  Terminar el año cenando con mi compañero, con el padre de mi hijo, con mi hombre de mar, reírme otra vez con él, hablar como no lo hacíamos hace años, mirarnos con la complicidad que construye una relación de 16 años...eso sí que es un GRACIAS ETERNO.

y allá voy 2020...  Las últimas horas del 2019 y las primeras del 2020 han sido de encuentro tribal, danzas, cuerpos en movimiento, naturaleza, cinco sentidos activados, el tercer ojo aún más...  Agradecida a la vida... porque todo es un gran aprendizaje.... Y gracias a mi salud que me permite disfrutar cada instante como si fuera el último.  Leí tanto el poema de Borges (o del autor que sea),  desde tan joven que ya ha ido calando en mí hace años...  Viajo cada vez más liviano, cometo errores, juego con niños, corro descalza en primavera verano otoño e invierno (que lo acabo de hacer en la montaña!!), soy menos higiénica y corro mas riesgos...  y así estoy... con mucha ...SALUD!!!

2                                0                                2                               0                 Ya agradecida de ti....