miércoles, 28 de diciembre de 2022

No te deseo Feliz Navidad...ni Feliz 2023...

Ya hace unos cuantos días  me he dicho a mí misma que ese era el día en que yo decidía cambiar de año... Y ya... transformé un día de mi Vida de un año cualquiera a otro día de mi Vida de otro año cualquiera... Ni siquiera eran correlativos... era algo así como que pasaba del 2986 al 1738 ...si... hasta iba para atrás, fijate!!  

Con este afán de salirme de las "normas", esas que te catalogan de persona "normal", a las cuales invitan constantemente a volver a la "normalidad",  con las frases de el libro de Rosa Montero que marcó estos últimos días de mi Vida de un año cualquiera, El Peligro de estar Cuerda, algo así como "El Peligro de ser Normal", con la necesidad que tengo de meterme en las madrigueras, o en los espejos, y atiborrarme a pastillas rojas y salirme de esta Matrix, con todo eso y seguramente mucha de la literatura que últimamente me acompaña que me indican que eso llamado "tiempo" es un "cuento chino", como puede ser un "cuento ruso" o un "cuento argentino"... con esas alas que despliego cada vez que bailo y bajo por pendientes bien empinadas con mi bicicleta, con todo eso, Hoy he decidido no desearte Feliz Navidad ni Feliz 2023...   Lo cual no quiere decir que si Tú las quieres tener las tendrás y te aplaudo y gozatelo como tú sola sabes!. 

Como la gran mayoría de despertares que vengo teniendo en estos últimos años, hay algo que nace en el cuerpo; o el corazón late más rápido, o la tripa se encoje, o hay algunas molestias en la cabeza, o la sangre parece que corre más rápido por las venas, o la respiración se hace más agitada...o vaya una a saber qué otras cosas van pasando y no nos damos cuenta... Pero sí que me he dado cuenta de algunas de ellas... y a medida que se iba acercando diciembre mi cuerpo comenzó a encogerse, y a tensarse un poco. Comenzaban los famosos planes de diciembre...(Válgame Dios!)    En esta cultura judeo cristiana en la que crecí, ya sea de este lado del charco como de aquel lado, diciembre se espera con una gran ansiedad de cuadrar cenas, encuentros, fiestas, compra de regalos, compra de comida acompañado de los excesos, de el consumismo masivo, de el poco miramiento hacia  la necesidad de silencio y escucha. Encima en este lado del charco que estamos en la entrada del invierno no paramos de lanzar cohetes y fuegos artificiales alterando a cada ser inteligente que sí le hace caso a su cuerpo y quiere replegarse y descansar en silencio, benditos animales en ese sentido y pobrecitos lo que sufren entre tanto estallido. Y al acercarse diciembre ahí estaban todas esas tradiciones y costumbres que tan bien te hace adoptar esta sociedad y te transforma en un "ser normal"; comenzaba a ser momento de pensar en armar el arbolito, llenar la casa de luces, planificar la nochebuena, la nochevieja, escuchar de parte mi hijo la palabra regalos hasta el hartazgo... (encima él cumple años en diciembre!!), y a esto sumarle los encuentros programados, los brindis (yo hace unos años había creado un grupo de Whatsapp llamado "Hacemos Chin Chin" ...con eso te lo digo todo), las comilonas, las corridas por pillar ofertas, y más y más.  

Me pare...Me detuve...Respiré... Sentí...  ¿Qué tenía que ver todo esto conmigo?  ¿Qué era lo que realmente yo creía de toda esta historia tan bien contada desde hace más de 2000 años?  ¿Armaba un arbolito porque realmente me apetecía o por pura lealtad a las costumbres, a mi madre que lo armaba religiosamente los 8 de diciembre -día que nació Asier "causalmente"-?  ¿Y quería brindar un 24 de diciembre a las 12 de la noche y decir "Feliz Navidad"?...? Feliz nacimiento de qué, de quién? ¿sentía la figura de Jesucristo tan presente en mí como para "festejar su nacimiento"?, que a todo esto investigando en la literatura que hay al respecto tampoco se sabe a ciencia cierta que haya nacido ese día... Con estas preguntas y veinte mil cuestionamientos más a la "normalidad" de diciembre... me dije a mí misma: "Este año No! No armo arbolito! Ya no me apetece!"  Y en esto siempre soy cauta señoras...esto no quita que en x tiempo a mí me de otra vez esta fiebre consumista navideña y decida sacar todas las bolas y luces guardadas y me veáis de rodillas colgando guirnaldas de colores en un árbol... aunque me cuesta creerlo.  

Al mismo tiempo me dije:  "quiero pasar esa noche,  en la que hay tantos excesos en las mesas de la gente que me rodea, en la naturaleza, rodeada de arboles reales a los que abrazar, rodeada de silencio, rodeada de recogimiento" Y así fue!! Todo se alineó, con un padre que no dramatizó ante el hecho de quedarse solo en casa (aún hablando muy poco con él creo que me conoce más de lo que yo pienso con mi cabeza), con ninguna sensación de culpa por tomar esta decisión, con un hijo en las mejores manos y corazón que puede estar, con un hermano que no me juzga en ninguna de mis acciones (tan agradecida!).  El 24 de diciembre fue una BuenaNoche, como tantas otras BuenasNoches que me da la Vida.  Si! Así como ya hace un tiempo vengo rompiendo patrones  familiares, sociales, culturales, estaba rompiendo uno mas! Y creo que ese 24 alcé un poquito más de Vuelo del que vengo alzando estos últimos años... 

Por eso...No te deseo Feliz 2023... Te deseo que puedas ser feliz cada día de tu Vida, y si unos cuantos días no puedes tampoco pasa nada...Así es la Vida... Es lo que Es.   Hace ya varios días comenzaron a circular esos calendarios que te invitan desde un lenguaje cuidado y amoroso a que tengas tus propósitos para estos 365 días que te seguirán...  Mucho no?  Vaya exigencia... aparte vienen llenos de casillas... como si uno tuviera que tener muchos propósitos y deseos... Y si no hay tales propósitos?  En que lugar nos colocan a las personas que no tenemos propósitos para los próximos 365 días?  Seremos "anormales"?  

Los que algunas veces leyeron los posts que he ido colgando a lo largo de estos años han podido ver lo amiga que soy de la muerte, y lo que danzo con ella a diario... Y esa danza siempre es Ahora, como el reloj  ese que hay ahí arriba... Qué  se yo lo que pasará de aquí a un mes ...a  tres ...y menos a doce!!  Te deseo que tengas Felices Días,  Felices Horas,  Felices Momentos...  Si ya despiertas cada mañana y tienes un propósito para ese día será genial (últimamente me levanto con el propósito de Jugar un poquito cada día) , pero si no lo tienes también estará bien... porque ya llegará cuando tenga que llegar y si tiene que llegar.  

Lo siento, o no, pero No te deseo Feliz 2023.  Te deseo el mejor momento que puedas tener en este momento!  Como yo les digo a los alumn@s...quizás llorar en escena sea lo mejor que te pueda pasar en ese Aquí y Ahora y es Maravilloso, y Divertido... Pues quizás llorar también sea el mejor momento que puedas tener en este Aquí y Ahora.  

En lo personal a mí tanta "Tradición, Cultura y Norma Social" me han agotado... así que si me ves en un parque de Madrid subiéndome a un árbol el 31 de diciembre y tirándome por una cuerda no te sorprendas, últimamente hago cosas que me alejan bastante de la "normalidad".

Felices Días! Feliz Ahora!

domingo, 16 de octubre de 2022

Lo poco que sueño... lo mucho que Soy...



 "In realtà il mio sogno è sempre stato quello di saper ballare bene. Flashdance si chiamava quel film che mi ha cambiato definitivamente la vita. Era un film solo sul ballo. Saper ballare. E invece alla fine mi riduco sempre a guardare, che è anche bello, però è tutt'un'altra cosa."

  "En realidad mi sueño siempre ha sido bailar bien.  Flashdance fue el nombre de esa película que cambió mi Vida para siempre.  Era una película de solo baile.  Saber bailar.  Y en cambio al final siempre me reduzco a mirar, que también es bonito, pero es otra cosa." 

Nanni Moretti.  Caro Diario.

Caro Diario allá por el 93 fue una película que me emocionó, todo lo que se puede emocionar a una chica de 18 años con muchas ansias de saber de cine de autor y engullendo imágenes tornasoladas en salas pequeñas y medianas  de  la gran ciudad; las salas grandes proyectaban "lo comercial" y no iba conmigo... Así de prejuiciosa era y lo he sido por mucho tiempo... Hoy que me engullo las de Marvel con  mi hijo tan a gusto.  Y Caro Diario dejaría huella, esa palabra tan Veroniana, vista hasta el hartazgo en las asignaturas de la universidad.  Y Caro Diario volvería a aparecer, muy de vez en cuando  a lo largo de mi Vida, pero nunca como en estos tiempos tiene tanto sentido para mí. 

Este año, este 2022 que va llegando a su ocaso, gracias al encuentro con un ser de viento y mente, que el mismo viento se llevó... Caro Diario se proyectó nuevamente ante mis ojos (los ojotes como los llama uno que anda por ahí), y ha sido una vez más un descubrimiento. 

En estos  tiempos en que el baile se ha convertido en  mi medicina, creo que no paso un día sin bailar, entre mis adicciones se encuentran el mate, las cañas, los besos, el contacto y el baile.  Y esta parte de la película de Nanni me lleva tanto a mí en otras épocas, esos años en que observaba la danza, saboreandola desde la mirada, pero  sin integrarla en mi cuerpo.  En mi mente llena de prejuicios estaba esa etiqueta del "bailar bien" o "bailar mal" y tan solo me limitaba  a ir a espacios de luces de neón y consumo para mover la cabeza como en una monotonía rítmica, el resto de mi cuerpo permanecía casi inerte y con una botella o una copa en la mano.   Ya no sé lo que es bailar bien, ni se lo que es bailar mal, lo único que se es que para mí es un estado de embriaguez sin haberme embriagado... es como si dentro mío vivieran colonias de seres que se manifiestan con cada compás, con cada ritmo, con cada silencio, con cada nota,  no sé ni lo que hago, no hay mente que entre juego en ese espacio, es como estar haciendo el amor en todo el período que dure la sesión a la que me entrego, y tan solo hay espacio para el cuerpo y toda la medicina que entra por él.  

Gracias a los Dioses del Cine, Nanni introduce una escena que es una delicia (Escena baile Nanni) y hoy en día me hace... respirar,  quitándose el  casco de su ya afamada motocicleta y bailando frente a un televisor, solo, haciéndose el payaso, o siendo payaso, volviendo a ese estado infantil en el que poco te importa si lo estás haciendo bien o lo estás haciendo mal, tan sólo entregandote al momento, como cuando los cuerpos se conectan y las mentes descansan...  

Caro Diario... Querido Diario... Querido blog... Algún día soñé con bailar bien, hoy bailo... algún día soñé con ver cine de autor toda mi Vida, hoy veo lo que me place y hasta me tiro en los sofas a ver películas de acción antes tan vilipendeadas por mí, algún día soñé con el principe azul y hoy se me cruzan seres de colores diversos y texturas infinitas,  algún día soñé con viajes  infinitos y hoy me basta con bailar arriba de mi  bicicleta con las manos sueltas (algo que aprendí a los 45 años y me llena de alegría)...  Querido Diario...Querido Blog... Hoy poco sueño la verdad...Hoy Soy!!

Bendito  Nanni!!! Y Bendito el ser de viento que este año me acercó a él otra vez...

Una vez más ...NADA...pero NADA...ES CASUAL